sábado, 23 de junio de 2012

ZONA por Guillaume Apollinaire

[Poeta, novelista y ensayista francés , nacido en Roma en 1880. Hijo natural del príncipe italiano Francesco Flugi d'Aspermont, quien lo abandonó desde muy pequeño, se trasladó con su madre a  Mónaco recibiendo allí la educación primaria.  A los diecinueve años se radicó en Paris donde inició una fulgurante carrera literaria. Fue columnista en "Mercure de France" y en 1903  fundó "La revue inmoraliste". Amigo de importantes escritores y pintores de la época, fue gran impulsor del cubismo y el surrealismo, aportando obras  célebres como "Caligramas",  "Alcoholes" y "Zona"  que influyeron notablemente en las generaciones posteriores. Obtuvo la nacionalidad francesa y se alistó como voluntario en la primera guerra mundial. En 1916 fue herido de gravedad, falleciendo dos años más tarde cuando aún no se recuperaba de sus heridas.


Tomado prestado de A media voz]


Finalmente estás cansado de este mundo antiguo
Pastora oh torre Eiffel el rebaño de los puentes bala esta mañana
Estás harto de vivir en la antigüedad griega y romana
Aquí hasta los automóviles parecen antiguos
Sólo la religión sigue siendo nueva la religión
Sigue siendo simple como los hangares de Port-Aviation
Sólo tú no eres antiguo en Europa oh Cristianismo
El europeo más moderno es usted Papa Pío X
Y tú a quien observan las ventanas la vergüenza te impide
Entrar en una iglesia y confesarte esta mañana 
Lees los prospectos los catálogos los afiches que cantan en voz alta
He aquí la poesía esta mañana y para la prosa están los diarios
Están las revistas a 25 centavos repletas de aventuras policiales
Retratos de grandes hombres y mil títulos diferentes 
He visto esta mañana una linda calle cuyo nombre olvidé
Nueva y limpia de sol ella era el clarín
Los directores obreros y las bellas taquidactilógrafas
Del lunes por la mañana al sábado por la tarde cuatro veces por día pasan por allí
De mañana tres veces gime allí la sirena
Una campana rabiosa ladra allí al mediodía
Las inscripciones de los letreros y de las paredes
Las chapas los anuncios chillan como los loros
Amo la gracia de esta calle industrial
Situada en París entre la calle Aumont-Thiéville y la avenida des Ternes
He aquí la calle joven y aún no eres más que un niño
Tu madre no te viste más que de azul y blanco
Eres muy piadoso y con el más antiguo de tus camaradas René Dalize
De nada gustáis tanto como las pompas de la Iglesia
Son las nueve ya bajaron el gas todo azul salís del dormitorio a escondidas
Rezáis toda la noche en la capilla del colegio
Mientras que tierna y adorable profundidad amatista
Gira para siempre la resplandeciente gloria de Cristo
Es el bello lirio que todos cultivamos
Es la antorcha de cabellos rojos que no apaga el viento
Es el hijo pálido y bermejo de la dolorosa madre
Es el árbol siempre frondoso de todas las plegarias
Es la doble horca del honor y de la eternidad
Es la estrella de seis puntas
Es Dios que muere el viernes y resucita el domingo
Es Cristo que sube al cielo mejor que los aviadores
Suyo es el récord mundial de altura

Pupila Cristo del ojo
Vigésima pupila de los siglos sabe cómo hacerlo
Y convertido en pájaro este siglo como Jesús sube en el aire
Los diablos en los abismos levantan la cabeza para mirarlo
Dicen que imita a Simón el Mago en Judea
Gritan que si sabe volar que lo llamen ladrón
Los ángeles revolotean alrededor del bello volatinero
Ícaro Enoch Elías Apolonio de Tiana
Flotan alrededor del primer aeroplano
Apartándose a veces para dejar pasar a quienes llevan la Santa Eucaristía
Esos curas que suben eternamente elevando la hostia
El avión se posa al fin sin replegar las alas
El cielo se llena entonces de millones de golondrinas
A todo vuelo vienen los cuervos los halcones los búhos
De África llegan los ibis los flamencos los marabúes
El ave Roc celebrada por los cuentistas y los poetas
Se cierne manteniendo en las garras el cráneo de Adán la primera cabeza
El águila cae del horizonte profiriendo un gran grito
Y de América viene el pequeño colibrí
De China llegan los pihís largos y ágiles
Que no tienen más que una única ala y vuelan en parejas
Y después he aquí a la paloma espíritu inmaculado
Escoltada por el pájaro-lira y el pavo real ocelado
El fénix esa hoguera que a sí mismo se engendra
Cubre todo un instante con su ardiente ceniza
Las sirenas dejando los peligrosos estrechos
Llegan cantando bellamente las tres
Y todos águila fénix y pihís de la China
Fraternizan con la máquina voladora

Ahora caminas por París completamente solo entre la muchedumbre
Rebaños de ómnibus mugientes ruedan cerca de ti
La angustia del amor te aprieta la garganta
Como si no debieras nunca más ser amado
Si vivieras en la antigüedad entrarías a un monasterio
Tenéis vergüenza cuando os sorprendéis rezando
Haces mofa de ti y como el fuego del infierno tu risa chisporrotea
Las chispas de tu risa doran el fondo de tu vida
Es un cuadro colgado en un museo sombrío
Y algunas veces vas a mirarlo de cerca

Hoy andas por París las mujeres están ensangrentadas
Era y quisiera no acordarme era en el ocaso de la belleza

Rodeada de llamas fervientes Nuestra Señora me miró en Chartres
La sangre de vuestro Sagrado Corazón me inundó de Montmartre
Estoy enfermo de oír las palabras bienaventuradas
El amor que padezco es una enfermedad vergonzosa
Y la imagen que te posee te hace sobrevivir en el insomnio y en la angustia
Siempre está cerca de ti esa imagen que pasa

Ahora estás al borde del Mediterráneo
Bajo los limoneros que dan flor todo el año
Con tus amigos te paseas en barca
Uno es nizardo hay un mentoniano y dos de Turbia
Miramos con espanto los pulpos de las profundidades
Y entre las algas nacen los peces imágenes del Salvador

Estás en el jardín de una posada en las cercanías de Praga
Te sientes muy feliz hay una rosa en la mesa
Y observas en lugar de escribir tu cuento en prosa
La cetonia que duerme en el corazón de la rosa

Con espanto te ves dibujado en las ágatas de San Vito
Estabas mortalmente triste el día en que te viste allí 
Te pareces a Lázaro enloquecido por la luz
Las agujas del reloj del barrio judío andan al revés
Y tú también retrocedes en tu vida lentamente
Subiendo al Hradchin y de noche escuchando
En las tabernas cantar canciones checas

Aquí estás en Marsella en medio de las sandías

Aquí estás en Coblenza en el hotel del Gigante

Aquí estás en Roma bajo un níspero del Japón

Aquí estás en Amsterdam con una muchacha que hallas bella siendo fea
Ella debe casarse con un estudiante de Leyden
Allí alquilan cuartos en latín Cubicula locanda
Me acuerdo de eso allí pasé tres días y otros tantos en Gouda

Estás en París ante el juez de instrucción
Como un criminal fuiste arrestado

Has hecho dolorosos y alegres viajes
Antes de percibir la mentira y la edad
Sufriste por amor a los veinte y a los treinta años
He vivido como un loco y he perdido mi tiempo
Ya no te atreves a mirar tus manos y continuamente quisiera sollozar
Por ti por la que amo por cuanto te espantó

Miras con ojos llenos de lágrimas a esos pobres emigrantes
Creen en Dios rezan las mujeres amamantan a los niños
Llenan con su olor el hall de la estación Saint-Lazare
Tienen fe en su estrella como los reyes magos
Esperan ganar dinero en la Argentina
Y volver a su país después de haber hecho fortuna
Una familia transporta un edredón rojo como vosotros transportáis al corazón
Ese edredón y nuestros sueños son también irreales
Algunos de esos emigrantes se quedan y se alojan
En cuchitriles de la calle des Rosiers o de la calle des Ecouffes
Los he visto a menudo de tarde tomando aire en la calle
Y se desplazan raramente como las piezas de ajedrez
Hay sobre todo judíos sus mujeres usan peluca
Se quedan sentadas exangües en el fondo de las tiendas

Estás de pie ante el estaño de un bar crapuloso
Tomas un café de dos centavos entre los infelices

Estás de noche en un gran restaurante

Esas mujeres no son malas tienen problemas sin embargo
Todas aun la más fea han hecho sufrir a su amante

Ella es la hija de un sargento urbano de Jersey

Sus manos que no había visto están duras y agrietadas

Tengo una inmensa piedad por las costuras de su vientre

Humillo ahora mi boca ante una pobre muchacha de risa horrible

Estás solo va a llegar la mañana
Los lecheros hacen sonar sus tarros en las calles

La noche se aleja como una bella mestiza
Es Ferdine la falsa o Léa la solicita

Y bebes este alcohol ardiente como tu vida
Tu vida que te bebes como un aguardiente

Caminas hacia Auteuil quieres ir a pie a casa
Dormir entre tus fetiches de Oceanía y de Guinea
Son Cristos de otra forma y de otra creencia
Son los Cristos inferiores de las oscuras esperanzas

Adiós Adiós

Sol 
Cuello cortado




París a través de una ventana por Marc Chagall