miércoles, 23 de mayo de 2012

78 ANIVERSARIO DEL NACIMIENTO DE ROBERT MOOG, CREADOR DE LOS SINTETIZADORES MOOG

[Hoy se cumple el 78 aniversario del nacimiento de Robert Moog inventor de los sintetizadores Moog y un pionero de la música electrónica norteamericana. Y para conmemorar este aniversario a continuación reproduzco una entrevista que concedió este precursor de los sonidos electrónicos antes de morir en 2005.]

Mr. Moog

ENTREVISTA A ROBERT MOOG, CREADOR DE LOS SINTETIZADORES MOOG
por Jorge Munnshe
www.amazings.com


A mediados de los años sesenta, en Estados Unidos, Robert Moog, ingeniero electrónico con formación musical, construyó el primer sintetizador controlado por tensión. De inmediato despertó el interés de la comunidad científica. Y también el de la musical.

Moog no tardó en recibir pedidos de músicos que sentían la necesidad de hacer cosas nuevas. Construyó unidades de encargo para cada uno de ellos. Algunos de sus primeros clientes fueron Wendy Carlos, Eric Siday, y Keith Emerson. Carlos utilizó el sintetizador para interpretar de manera magistral los Conciertos de Brandenburgo de J.S. Bach, demostrando que los instrumentos electrónicos no tenían por qué ser cachivaches de feria de los que arrancar efectos especiales sonoros para rayos disparados por invasores marcianos y cosas así, sino que podían ser instrumentos musicales de pleno derecho, con una calidez y una expresividad capaces de competir con las de los instrumentos acústicos. Siday grabó con el sintetizador sintonías para spots publicitarios, dando el primer paso en el camino hoy ampliamente concurrido de la música electrónica para sintonías televisivas. Emerson utilizó por vez primera el sintetizador en directo, demostrando que no se trataba de una máquina de laboratorio, sino de un instrumento con todos sus atributos, con el que poder tocar en vivo.

¿En qué está trabajando actualmente? ¿Puede hablarnos de sus actividades recientes y de sus planes futuros a corto plazo?

“El último desarrollo de Big Briar es nuestro Theremin Ethervox MIDI. Estamos comenzando a fabricarlos ahora, pero todavía nos falta trabajo por hacer, básicamente hemos de cuidar una serie de detalles finales de ingeniería”.

“Nuestro próximo proyecto importante es diseñar una nueva versión del Minimoog clásico. Esta tendrá todas las propiedades sonoras y funciones del clásico Minimoog Model D (el instrumento que mi antigua compañía produjo desde 1970 a 1982), más algunas nuevas características que los músicos han estado pidiendo. Este nuevo instrumento nuestro llevará la marca MOOG”.

¿Es la colaboración con músicos una buena ayuda para dirigir su investigación hacia el mejor camino? ¿Le fueron útiles las opiniones de músicos sobre sus primeros sintetizadores cuando los estaba desarrollando?

“He colaborado con músicos desde que empecé a diseñar sintetizadores en 1964. Todas las grandes ideas me han llegado a través de la colaboración con músicos. Cuando mi equipo y yo desarrollábamos módulos de sintetizador a mediados de los años sesenta, los músicos siempre nos proporcionaban grandes ideas para mejorarlos, y teníamos por norma escuchar sus comentarios”.

Aparte de en la industria musical, ¿ha trabajado en otros sectores tecnológicos?

“Excepto por algunos trabajos veraniegos que desempeñé en el sector de la electrónica general, he dedicado mi vida laboral entera a diseñar y construir instrumentos musicales electrónicos”.

“Bueno, hay cosas que los sintetizadores digitales pueden hacer mejor que los analógicos, y hay cosas que los analógicos pueden hacer mejor que los digitales. Es posible hacer un modelo digital de un circuito analógico “ideal”, pero seguirá sonando digital ya que carecerá del rasgo tan típicamente analógico que es la calidez y la riqueza de sonido que vienen determinadas por las pequeñas variaciones técnicas e imperfecciones que tienen los circuitos analógicos. Los instrumentos digitales son excelentes para muchas cosas, como por ejemplo el muestreado, la programación, la precisión, y además tienen un precio relativamente bajo. Pero, por decirlo de algún modo, creo que la diferencia entre ambos es parecida, por ejemplo, a la que hay entre una guitarra de plástico y otra de madera”.


Laetitia Sadier de Stereolab tocando 
un sintetizador Moog

¿Puede relatarnos alguna anécdota divertida o algún acontecimiento que recuerde de modo especial, relativo a su contacto con los músicos que han usado sus sintetizadores?

“Recuerdo la primera vez que mostramos nuestros sintetizadores modulares Moog en la Costa Oeste. Eso fue en 1967, un año antes de que Switched-on Bach fuese publicado. Habíamos vendido algunos sistemas modulares a músicos de la Costa Este, pero en la escena musical de Los Angeles no nos conocían demasiado. En la convención de 1967 de la Audio Engineering Society, en Los Angeles, expusimos un gran sintetizador modular. Los músicos que lo vieron el primer día, corrieron la voz entre sus amigos, y los siguientes dos o tres días, estuvimos increiblemente ocupados atendiendo a músicos interesados, y vendiendo algunos sintetizadores que fueron más tarde usados en todo tipo de films de Hollywood y en música Pop / comercial de la Costa Oeste."

“Una noche, durante esa convención de la AES, mi amigo Paul Beaver, que era en aquellos momentos un gurú de los instrumentos electrónicos en Los Angeles, sacó nuestro sintetizador modular de la exposición y lo introdujo en un estudio de grabación donde él y otros preparaban los temas de un álbum titulado Zodiac Cosmic Sounds. Paul grabó espectaculares sonidos analógicos, graves e hinchados, para el álbum. Uno de estos sonidos fue utilizado como inicio del disco. Hasta donde yo sé, ese fue el primer uso de un sistema modular Moog en una grabación Pop de la Costa Oeste”.

¿Cómo decidió montar theremines cuando contaba con unos dieciséis años de edad?

“Desde que tenía poco más de diez años, construir instrumentos musicales electrónicos simples era my hobby. En 1949, ví un artículo sobre cómo construir un theremin en la revista Radio and TV News. Monté mi primer theremin a partir de las instrucciones en ese artículo. Tenía quince años en ese momento”.

 ¿Ha tenido Leon Theremin (Lev Termen) una influencia importante en su carrera dentro de la tecnología musical? ¿Puede hablarnos de su relación con él y sus colaboradores?

“Conocía muy poco sobre Theremin cuando empecé. Ten en cuenta que por aquel entonces la Guerra Fría entre Estados Unidos y la Unión Soviética estaba en sus momentos de máxima tensión, y por eso era en extremo difícil para cualquiera de mi país obtener información sobre personas como Theremin. Poco a poco, fuí aprendiendo cosas sobre él. Una vez, corriendo los años cincuenta, conseguí un esquema del modelo “original” del theremin de la RCA, y lo estudié con la máxima atención. Entonces fue cuando empecé a comprender de verdad la gran envergadura del genio de Theremin”.

“Entré en contacto con Clara Rockmore a principios de los años sesenta, y ya en los setenta me hice buen amigo de ella y su familia. Clara fue una protegida de Theremin, y una amiga muy íntima de él durante los años treinta, de modo que a través de ella aprendí muchas cosas de la vida y el trabajo de Theremin”.

“Finalmente, acabé por reunirme con Theremin en Bourges, Francia, en 1989, y otra vez en este país en 1992. Por entonces, la Guerra Fría había terminado, haciendo posible para Theremin reestablecer el contacto con sus amigos y colegas del otro lado del Telón de Acero. En el tiempo que entonces pasé junto a él, aprendí mucho sobre lo que él había hecho, y supe del gran alcance que su influencia había tenido en el desarrollo de la tecnología de los instrumentos musicales electrónicos”.

¿Cómo decidió volver a fabricar theremines después de su trabajo haciendo sintetizadores Moog?

“En realidad, nunca dejé totalmente de fabricar theremines. Empecé a producirlos con fines comerciales en 1954. Después de 1964, mi compañía estaba muy ocupada haciendo sintetizadores, y el público se olvidó del theremin por un tiempo, de modo que hice muy pocos theremines entre 1965 y 1978. Desde 1978 hasta, más o menos, 1990, hubo muy poco interés por el theremin, aunque hice varios de encargo. En 1991, la atención hacia el theremin volvió a resurgir, de manera que preparé un nuevo diseño, el de la gama Big Briar Series 91. En 1996, publiqué un artículo sobre cómo construir un theremin en la revista Electronic Musician, y éste se convirtió en la base para nuestro popular theremin Etherwave”.

¿Piensa que su trabajo creando sintetizadores y nuevos modelos de theremines es no sólo una actividad técnica sino también artística?

“Ciertamente es más que una actividad técnica. Pero yo no lo llamaría una actividad artística. Los diseñadores de sintetizadores somos fabricantes de herramientas. Aunque fabricar herramientas complejas es una tarea que requiere a menudo un trabajo de artesanía. Yo diría más bien que somos artesanos, en vez de artistas”.

¿Ha sido músico profesional? ¿Ha compuesto música? ¿Cómo cree que habría sido su vida si hubiese escogido trabajar como músico en vez de como inventor de instrumentos musicales electrónicos?

“He estudiado música, sobre todo lo hice de niño, ya que mi madre deseaba que lo hiciese. También toqué el piano en un cuarteto de música de baile durante los años cincuenta; aunque eramos bien malos. Realmente no creo que hubiese podido tener una vida como músico. Eso no me va. Diseñar aparatos electrónicos es lo que me seduce”.