martes, 20 de noviembre de 2012

POEMA DE LAS FÁBRICAS por Eduardo González Lanuza


[(Santander, 1900-Buenos Aires, 1984) Escritor argentino de origen español. Fundó con Borges la revista Prisma (1925), impulsora de la vanguardia argentina, y colaboró en Proa y en Martín Fierro. En sus inicios poéticos se aprecia la influencia del ultraísmo (Prismas, 1924). Con posterioridad, se orientó hacia una poesía de formas clásicas (La degollación de los inocentes, 1938; Oda a la alegría y otros poemas, 1949; Aires para canciones, 1977). Es autor también de ensayos (Variaciones sobre la poesía, 1943; Los martinfierristas, 1961).]



Los gritos encadenan | trajín apretujado 

un instante con todos | mil prisas se penetran 

los instantes                 |

Pistones  | El alma 

bielas      | sueña con engarzar los horizontes 

émbolos   | 

En la carne de fuego    |                              prolijidad 

                                           | CALDERAS       exacta 

trepidan las centurias |                              El manómetro  
                                                                           es el pulso de la 
                                                                           fábrica 




La guerra por Giacomo Balla

domingo, 18 de noviembre de 2012

FÁBULA DE EQUIS Y ZEDA (fragmento) por Gerardo Diego

[Poeta español nacido en Santander en 1896. Estudió Filosofía y Letras en la Universidad de Deusto y posteriormente en las de Salamanca y Madrid, donde se doctoró. Fue catedrático de Lengua y Literatura en el Instituto de Soria, y sucesivamente enseñó la misma asignatura en los Institutos de Gijón, Santander y Madrid. Participó con Juan Larrea y Vicente Huidobro en el movimiento creacionista. Obtuvo el Premio Cervantes de Literatura y fue miembro de la Real Academia de la Lengua hasta su muerte en 1987. Su obra se inició en 1920 con «El romancero de la Novia», y continuó con numerosas publicaciones entre las que se destacan,  «Manual de Espumas» 1924, «Poemas Adrede» 1932, «Ángeles de Compostela» 1940, «Amor solo» 1958, «Nocturnos de Chopin» 1962, «La Fundación del Querer» 1970 y «Carmen Jubilar» 1973.

(Tomado prestado de A media voz)]

Era el mes que aplicaba sus teorías
cada vez que un amor nacía en torno
cediendo dócil peso y calorías
cuándo por caridad ya para adorno
en beneficio de esos amadores
que hurtan siempre relámpagos y flores

Ella llevaba por vestido combo
un proyecto de arcángel en relieve
Del hombro al pie su línea exacta un rombo
que a armonizar con el clavel se atreve
A su paso en dos lunas o en dos frutos
se abrían los espacios absolutos

Amor amor obesidad hermana
soplo de fuelle hasta abombar las horas
y encontrarse al salir una mañana
que Dios es Dios sin colaboradoras
y que es azul la mano del grumete
-amor amor amor- de seis a siete

Así con la mirada en lo improviso
barajando en la mano alas remotas
iba el galán ladrándole el aviso
de plumas blancas casi gaviotas
por las calles que huelen a pintura
siempre buscando a ella en cuadratura

Y vedla aquí equipando en jabón tierno
globos que nunca han visto las espumas
vedla extrayendo de su propio invierno
la nieve en tiras la pasión en sumas
y en margaritas que pacerá el chivo
su porvenir listado en subjuntivo

Desde el plano sincero del diedro
que se queja al girar su arista viva
contempla el amador nivel de cedro
la amada que en su hipótesis estriba
y acariciando el lomo del instante
disuelve sus dos manos en menguante

«A ti la bella entre las iniciales
la más genuina en tinta verde impresa
a ti imposible y lenta cuando sales
tangente cuando el céfiro regresa
a ti envío mi amada caravana
larga como el amor por la mañana

Si tus piernas que vencen los compases
silencioso el resorte de sus grados
si más difícil que los cuatro ases
telegrama en tu estela de venados
mis geometrías y mi sed desdeñas
no olvides canjear mis contraseñas

Luna en el horno tibio de aburridas
bien inflada de un gas que silba apenas
contempla mis rodillas doloridas
así no estallen tus mejillas llenas
contempla y dime si hay otro infortunio
comparable al desdén y al plenilunio

Y tú inicial del más esbelto cuello
que a tu tacto haces sólida la espera
no me abandones no Yo haré un camello
del viento que en tus pechos desaltera
y para perseguir tu fuga en chasis
yo te daré un desierto y un oasis

Yo extraeré para ti la presuntuosa
raíz de la columna vespertina
Yo en fiel teorema de volumen rosa
te expondré el caso de la mandolina
Yo peces te traeré -entre crisantemos-
tan diminutos que los dos lloremos

Para ti el fruto de dos suaves nalgas
que al abrirse dan paso a una moneda
Para ti el arrebato de las algas
y el alelí de sálvese el que pueda
y los gusanos de pasar el rato
príncipes del azar en campeonato

Príncipes del azar Así el tecleo
en ritmo y luz de mecanografía
hace olvidar tu nombre y mi deseo
tu nombre que una estrella ama y enfría
Príncipes del azar gusanos leves
para pasar el rato entre las nieves

Pero tú voladora no te obstines
Para cantar de ti dame tu huella
La cruzaré de cuerdas de violines
y he de esperar que el sol se ponga en ella
Yo inscribiré en tu rombo mi programa
conocido del mar desde que ama»

Y resumiendo el amador su dicho
recogió los suspiros redondeles
y abandonando al humo del capricho
se dejó resbalar por dos rieles
Una sesión de circo se iniciaba
en la constelación decimoctava.


Chica ante un espejo por Pablo Picasso

viernes, 14 de septiembre de 2012

ODA A PLATKO por Rafael Alberti


[Ver biografía de Alberti  aquí]


Ni el mar,
que frente a ti saltaba sin poder defenderte.
Ni la lluvia. Ni el viento, que era el que más rugía.
Ni el mar, ni el viento, Platko,
rubio Platko de sangre,
guardameta en el polvo,
pararrayos.
No nadie, nadie, nadie.
Camisetas azules y blancas, sobre el aire.
Camisetas reales,
contrarias, contra ti, volando y arrastrándote.
Platko, Platko lejano,
rubio Platko tronchado,
tigre ardiente en la yerba de otro país.
¡Tú, llave, Platko, tú, llave rota,
llave áurea caída ante el pórtico áureo!
No nadie, nadie, nadie,
nadie se olvida, Platko.
Volvió su espalda al cielo.
Camisetas azules y granas flamearon,
apagadas sin viento.
El mar, vueltos los ojos,
se tumbó y nada dijo.
Sangrando en los ojales,
sangrando por ti, Platko,
por ti, sangre de Hungría,
sin tu sangre, tu impulso, tu parada, tu salto,
temieron las insignias.
No, nadie, Platko, nadie,
nadie se olvida.
Fue la vuelta del mar.
Fueron diez rápidas banderas
incendiadas sin freno.
Fue la vuelta del viento.
La vuelta al corazón de la esperanza.
Fue tu vuelta.
Azul heroico y grana,
mandó el aire en las venas.
Alas, alas celestes y blancas,
rotas alas, combatidas, sin plumas,
escalaron la yerba.
Y el aire tuvo piernas,
tronco, brazos, cabeza.
¡Y todo por ti, Platko,
rubio Platko de Hungría!
Y en tu honor, por tu vuelta,
porque volviste el pulso perdido a la pelea,
en el arco contrario al viento abrió una brecha.
Nadie, nadie se olvida.
El cielo, el mar, la lluvia lo recuerdan.
Las insignias.
Las doradas insignias, flores de los ojales,
cerradas, por ti abiertas.
No nadie, nadie, nadie,
nadie se olvida, Platko.
Ni el final: tu salida,
oso rubio de sangre,
desmayada bandera en hombros por el campo.
¡Oh, Platko, Platko, Platko,
tú, tan lejos de Hungría!
¿Qué mar hubiera sido capaz de no llorarte?
Nadie, nadie se olvida,
no, nadie, nadie, nadie.


Pintura de Thomas Dowdeswell

jueves, 6 de septiembre de 2012

SILENCIO, CAGE CUMPLE 100 AÑOS

Benjamín G. Rosado 
El Cultural, 05/09/2012

John Cage, destripando la música

La doble efeméride de John Cage (1912 - 1992) no ha tenido demasiado ruido mediático, quizá porque el gran corpus teórico del compositor norteamericano, publicado en 1961, llevaba por título Silence. "Todo lo que hacemos es música", predicaba, "pero también lo que no llegamos a hacer". Así se entiende que una de las figuras fundamentales de la historia de la música se empeñara, a pesar de su inmenso catálogo, en no componer. Una actitud que tenía que ver con ciertos principios del budismo zen pero, sobre todo, con una contemplación enfermizamente curiosa y sensible del mundo. "Cuando los sonidos son autorizados a ser ellos mismos, exigen a aquellos que los escuchan que lo hagan sin tenerlos que poner a prueba".

John Milton Cage nace el 5 de septiembre de 1912 en Los Ángeles (California). Su tenacidad como músico e intérprete se la debe a un padre inventor y a una madre periodista. No olvidará su primer viaje a Europa en 1930. Allí, en París, entra en contacto con la música de Scriabin, Hindemint y Stravinski. Después se traslada a Mallorca, donde compone por primera vez, como confiesa en su Declaración autobiográfica (1989). En Sevilla se da cuenta de "la multiplicidad de acontecimientos simultáneos, visuales y auditivos" que se dan cita en una misma experiencia, idea que germinaría más tarde en algunos de sus happenings y musicircus, como El tren de John Cage de 1978). 

A su vuelta a California, el pianista Richard Bühlig y el compositor y teórico Henry Cowell le ponen en contacto con Arnold Schönberg, que le introduce en el sistema dodecafónico, aunque Cage se decanta por una particular visión del "sonido organizado". En 1939, estrena Imaginary Landscape, n° 1 , considerada la primera composición de música electrónica de la historia, y un año después irrumpe en escena con su famoso "piano preparado". La coreógrafa Sybilla Fort le había pedido una partitura para su ballet Bacchanale , pero no había espacio en la sala para demasiados instrumentos. Cage pensó que, introduciendo tronillos, tuercas, gomas, pernos y pinzas entre las cuerdas del instrumento, conseguiría una mayor riqueza de armónicos así como diferentes efectos de percusión. Aquello llamó la atención del bailarín y coreógrafo Merce Cunningham, con quien trabajaría en diferentes proyectos durante toda su vida.

La mitad de siglo marca el reconocimiento internacional de Cage. Recibe el Premio de la Academia Americana de Artes y Letras y una beca de la Fundación Guggenheim, entra en contacto con los dos pierres de la vanguardia, Schaeffer y Boulez, y en Nueva York conoce a Ernst y Breton, a Mondrian y Duchamp (con quien más tarde se batiría en duelo frente a un tablero de ajedrez para su Chess Pieces), que le abren las puertas del MoMA. En 1952, David Tudor estrena una de sus obras más emblemáticas, 4'33'' , en el Maverick Concert Hall de Woodstock. El pianista norteamericano no tocó una sola nota durante el tiempo que da título a la obra, sembrando el desconcierto entre el público. "Es posible encontrar la belleza en el silencio, en el intimismo", llegaría a decir.

4'33" o el silencio convertido en música

Poco después, en 1958 participa en los cursos de verano de la Escuela de Darmstadt, donde defendió sus experiencias musicales en una conferencia que llevaba por título La composición como proceso: cambios, indeterminación y comunicación. En lo sucesivo, Cage se centraría en el estudio de las operaciones aleatorias (el juego de dados, el recurso de los ordenadores o las consultas al Libro de las mutaciones chino que emplea en su I Ching), la exploración de las posibilidades creativas de la radio (como Music Walk, de 1958, para pianos y aparatos de radio), la relación de la música con las artes plásticas (los dibujos de Where R= Ryoanji de 1983) y el teatro (Europeras) y otra serie de experimentos relacionados directamente con el intérprete (como los Estudios Australes ). "Quiero hacer la música tan difícil como sea posible para que la ejecución muestre que lo imposible no es imposible".

Cage fallece en Nueva York el 12 de enero de 1992 a causa de un derrame cerebral. Tenía 79 años y muchos proyectos entre manos, como el homenaje a su adorado James Joyce del ballet Ocean, que preparaba junto a su amigo Cunningham.

El investigador y biógrafo de Cage, David Nicholls, destaca tres obras y momentos decisivos de la carrera del compositor: cuando en 1943 presenta en el MoMA su First Construction (in Metal) , obra para gongs asiáticos, cencerros de vaca, yunques, campanas tubulares y tambores de freno de un coche; cuando en agosto de 1952 presenta en Woodstock su 4'33'' ; y la partida de ajedrez (con sonidos amplificados) de Reunion en 1968.


Mr. Cage extrayendo sonidos... ¡de un cactus!

El apóstol de la vanguardia

John Cage fue el máximo apóstol de lo que todavía llamamos vanguardia, una figura fundamental para entender toda la música culta creada en el mundo a partir de los años cuarenta. Artista iconoclasta, descubrió nuevos caminos, impulsó la creación del movimiento minimalista, trabajó con las más diversas fuentes sonoras y consiguió otorgar al silencio categoría de hecho artístico incontrovertible. Su torrencial inventiva fraguó en casi todos los géneros.

Para Cage el concepto tradicional de obra estaba totalmente obsoleto y carecía de validez alguna, por lo que había que partir de la idea de que la verdadera realidad de la música se daba en el momento de su ejecución y no en la obra como tal. En tal sentido, debe prescindirse por completo de la antigua concepción de que la composición es algo único e irrepetible para proclamar el carácter único e irrepetible de la ejecución de lo que está sonando en ese mismo instante. Y Cage buscó, casi desde el principio de su carrera, crear una serie ilimitada de interpretaciones posibles a partir de una serie de elementos, la cual, a pesar de todo, tendrá ciertas cosas predeterminadas.

Las ideas de Cage seguían un camino ciertamente marginal al que llevaba la música occidental después de la segunda gran guerra. No debe desconocerse el valor de su concepción de la música como un movimiento contra las instituciones, y esto lo destacaba Luigi Pestalozza (L'opposizione musicale. Feltrinelli, Milán, 1991), que remarcaba que en este creador lo relevante es, como hemos dicho, el sonido. El lenguaje musical tradicional, instituido, es, de este modo, marginado. Decía el compositor (Silence: Lectures and Writings. Middletown/Connecticut, 1967): "Cualquier estructura válida que comporte sonidos y silencios debería basarse no sobre la frecuencia, como es tradición en la música occidental, sino precisamente sobre la duración". /Arturo Reverter

martes, 28 de agosto de 2012

CANCIÓN DEL AEROPLANO por José María Romero


[José María Romero Martínez, nació en el número 11 de la calle de Sevilla, en Olivares [Provincia de Sevilla], a las 3 de la madrugada del 3 de octubre de 1893. Era el cuarto de la decena de vástagos que, engendró el matrimonio compuesto por el notario público de la villa Miguel Romero Sánchez, natural de El Jabugo, y María del Carmen Martínez Arellano, gaditana, feligresa del Sagrario de la Catedral de Sevilla, casados el 25 de abril de 1886 en la hispalense Omnium Sanctorum. Once días después fue bautizado por el primer cura propio que tuvo la «parroquial iglesia mayor», el Presbítero D. Isaías Álvarez Barrera. Le impusieron los nombres de José María Antonio Teodoro Cándido del Sagrado Corazón de María.

En 1908, la familia Romero se traslada a Sevilla, donde el padre obtuvo plaza de notario. Fue matriculado en el colegio del Santo Ángel y en 1910 José María comienza los estudios de Medicina, concluidos con premio extraordinario en 1917. 

Una vez terminada su carrera se instala como médico en la popular calle Pureza de Sevilla, dónde muchas veces no sólo no cobraba por sus consultas sino que pagaba de su bolsillo las medicinas a quién lo necesitaba. Se le conocía como “el niño sabio de Triana”. 

Desde mediados de los años veinte, una vez concluido el doctorado despliega una amplia y fecunda labor profesional como médico de la beneficiencia provincial, como subdirector del Manicomio, como profesor auxiliar de la Cátedra de Histología, además de ser pionero y miembro de la Comisión Científica de la Liga Española contra el Cáncer.

Aunque escribía desde los diez años su vocación literaria se consolida en sus años de estudios en la universidad. Por entonces publica en las revistas como La Exposición y Andalucía y diarios como El Liberal de Sevilla. Ingresa en el Ateneo, que en 1915 le otorga La flor Natural en los Juegos floreales por su “Canto a la Paz”.

En 1927, como vocal de la sección de literatura del Ateneo organiza el encuentro de jóvenes poetas españoles que reivindican a Góngora en el tercer centenario de su muerte.


Sevilla, 16 de diciembre de 1927. Sociedad Económica de Amigos del País. 
Homenaje del Ateneo de Sevilla a Góngora. De izquierda a derecha: Alberti, 
García Lorca, Chabás, Bacarisse, José María Romero Martínez, Manuel Blasco 
Garzón, Jorge Guillén, Bergamín, Dámaso Alonso y Gerardo Diego. Foto: Serrano

Serrano inmortalizó fotográficamente el acto; en el que aparecen centrados José María Romero Martínez y el presidente del Ateneo, Blasco Garzón; y a sus lados, Alberti, Lorca, Chabás, Bacarisse, Jorge Guillén, Bergamín, Dámaso Alonso y Gerardo Diego. Tras el fotógrafo se situaban Cernuda, Villalón, Salinas, Porlán, Adriano del Valle, José Bello, Amantina Cobos, su marido el pintor Villalobos, Alejandro Collantes, Romero Murube, Labrador, Llosent, Espina, Fernández Almagro, Muñoz San Román, Laffón, Bacarisas, el torero Sánchez Mejías, Juan Miguel Sánchez, Lafita, Majó, Núñez Cabezas de Herrera, Tamayo y José de la Peña, entre otros.

Constantes las alusiones al pueblo natal, en “Romances de Primavera” ensueña, con bucólica suavidad, el despertar al amor y la belleza, y el dolor terrible por la muerte de una antigua novia que lo vio partir hacia la conquista de la fama:

Me encontraré esta noche en la ciudad lejana, 
sin la luz de tus ojos ni el calor de tus manos;
entre el bullicio alegre, por las extrañas calles [...]. 
Y en mi alma se agota, sin cesar; el deseo
de que el tren se detenga y volver a tu lado. 
El tren no se detiene. El tren sigue su marcha.

Entregado al ejercicio profesional, sus inquietudes políticas, por convencimiento y amistad, se iban acercando a las tesis del cambio político que habría de verificarse en 1931, siendo elegido en 1936 secretario provincial de Unión Republicana, el partido de Martínez Barrio, y ocupando, sólo unos días, durante el Frente Popular, el cargo de gobernador civil de Sevilla.

El trío formado por Romero Martínez, Puelles y Blasco estaba pronto a desaparecer: José María Romero y Puelles (presidente de la Diputación Provincial) son fusilados el 19 de septiembre de 1936.

La Bilioteca Municipal de Olivares que se inauguró en febrero de 1992 lleva su nombre: “Biblioteca Pública Municipal Poeta José María Romero Martínez” en reconocimiento a su brillante labor como humanista republicano, médico y escritor.

(Extraído www.olivares.es)]


Abandona la tierra y dirígete al cielo,

mi águila blanca, de alas enormes y vibrantes

eleve tu hélice potente,

entre torbellinos de aire,

elévate en el espacio sigue tu ruta hacia el azul. 
  


Tú. que no tienes que seguir

un camino inmutable de carriles de hierro

ni una ruta trazada por corrientes marinas; tú, que no necesitas carreteras,

ni la energía dócil de los cables eléctricos

y, tienes un motor por corazón

gasta el caudal de tu sangre inflamable

y, entre detonaciones y ráfagas

de esencias hechas humo,

deja la tierra

y elévate en el aire,

traza en el espacio rutas nunca surcadas

y descubre horizontes nunca vistos. 
  


Ve al encuentro del día

cuando la Aurora aún

no haya abierto sus rosas;

sube adonde los ojos no puedan distinguirle,

bello pájaro gigante,

lleno de gracia y majestad

desde donde los valles verdes

y las blancas montañas de la Tierra,

y la llanura azul del oceano,

y la ciudad brumosa de enormes chimeneas,

donde tiembla el burgués y el bolchevista ruge,

tengan para tus ojos,

ebrios de luces siderales

la plata fría y uniforme

de los paisajes celestes.

Asciende entre la bruma:

elévate sobre las nubes que te impiden

ver el azul del cielo; destrózalas con tu hélice enloquecida,

que, a través de los amplios ventanales que abras,

se derrame la lumbre del sol

y haga brillar tus alas

mojadas por la lluvia

y aparte la opresión de la tormenta.

Sube en la tempestad,

nauta del Infinito;

pasa serenamente sobre el trueno del mar.

apaga sus bramidos con tu motor rugiente

elévate entre los torbellinos del viento;

corta con tu timón

el vientre de las trombas

y opón al furor del huracán

tu corazón de mil caballos. 
  


Elévate pronto. mi pájaro enorme;

los bárbaros cubren sus campos

de torres blindadas y quieren cerrar tu camino

con nubes de llamas y acero.

¡Remonta tu vuelo más alto,

que no lleguen a herir tu corazón! Responde e, la Muerte trazando en el aire

la curva sin fin de la Vida

y hacia la paz azul del Infinito

prosigue tu ruta triunfal.





 "Sorvolando in spirale il Colosseo (Spiralata)" por Tato (1930)

domingo, 26 de agosto de 2012

PROCLAMA FUTURISTA A LOS ESPAÑOLES por Tristán (seudónimo de Ramón Gómez de la Serna)


[(Madrid, 1888-Buenos Aires, 1963) Escritor español. Licenciado en derecho por la Universidad de Oviedo, consagró su vida exclusivamente a la actividad literaria, en la que se mostró como un escritor fecundo y pionero de un tipo de literatura que, dentro de la más pura vanguardia, se erige como una construcción personal de gran originalidad.

Sus primeras obras muestran una actitud crítica e innovadora frente al panorama literario español, dominado por los noventayochistas, y coinciden con la dirección, asumida desde 1908, de la revista Prometeo, receptora y difusora de los primeros manifiestos vanguardistas en España, de los que fue su primer e incondicional defensor e impulsor. Animador indiscutible de la vida literaria madrileña, en 1914 creó una de las tertulias más frecuentadas y famosas con que ha contado Madrid, la del Café Pombo.

Su particular visión de la literatura, concebida dentro de los presupuestos del arte por el arte, sin ningún intento de reflexión ideológica, dio lugar a un género inventado por él, las greguerías, definidas por el propio autor como «metáfora más humor». Consisten en frases breves, de tipo aforístico, que no pretenden expresar ninguna máxima o verdad, sino que que retratan desde un ángulo insólito realidades cotidianas con ironía y humor, a base de expresiones ingeniosas, alteraciones de frases hechas o juegos conceptuales o fonéticos.

Su vasta producción literaria incluye desde artículos y ensayos, algunos agrupados en libros, hasta dramas de tema erótico y obras más o menos novelísticas, muchas de ellas basadas en una trama truculenta, al modo de los folletines costumbristas, que por las incoherencias en la narración, las imágenes de tipo surrealista o el barroquismo de la expresión se convierten en una forma de absurdo que destruye todo sentimentalismo y las acerca a lo patético y grotesco.

En 1936, a raíz del estallido de la guerra civil española, se exilió en Buenos Aires con su esposa, la escritora Luisa Sofovich, y en 1948 publicó la obra autobiográfica Automoribundia, testimonio de su vida y compendio de su estilo y su personal concepción literaria.

(Tomado prestado de Biografías y vidas)]


Elementos para el deporte por Maruja Mallo


¡Futurismo! ¡Insurrección! ¡Algarada! ¡Festejo con música wagneriana ! ¡Modemismo! Violencia sideral! ¡Circulación en el aparato venoso de la vida! ¡Antiuniversitarismo! ¡Tala de cipreses! ¡Iconoclastia! ¡Pedrada en un ojo de la Luna! ¡Movimiento sísmico resquebrajador que da vueltas a las tierras para renovarlas y darles lozanía! ¡Rejón de arador! ¡Secularización de los cementerios! ¡Desembarazo de la mujer para tenerla en la libertad y en su momento sin esa gran promiscuación de los idilios y de los matrimonios! ¡Arenga en un campo con pirámides! ¡Conspiración a la luz del sol, conspiración de aviadores y «chaufeurs»! ¡Abanderamiento de un asta de alto maderamen rematado de un pararrayos con cien culebras eléctricas y una lluvia de estrellas flameando en su lienzo de espacio! ¡Voz juvenil a la que basta oír sin tener en cuenta la palabra: ese pueril grafito de la voz! ¡Voz, fuerza, volt, más que verbo! ¡Voz que debe unir sin pedir cuentas a todas las juventudes como esa hoguera que encienden los árabes dispersos para preparar las contiendas! ¡Intersección, chispa, exhalación, texto como de. marconigrama o de algo más sutil volante sobre los mares y sobre los montes! ¡Ala, hacia el Norte, ala hacia el Sur, ala hacia el Este y ala hacia el Oeste! ¡Recio deseo de estatura, de ampliación y de velocidad! ¡Saludable espectáculo de aeródromo y de pista desorbitada! ¡Camaradería masona y rebelde! ¡Lirismo desparramado en obús y en la proyección de extraordinarios reflectores! ¡Alegría como de triunfo en la brega, en el paso termopilano! ¡Crecida de unos cuantos hombres solos frente a la incuria y a la horrible, apatía de las multitudes des! ¡Placer de agredir, de deplorar escéptica y sarcásticamente para verse al fin con rostros, sin lascivia, sin envidia y sin avarientos deseos de bienaventuranzas: deseos de ambigú y de reposterías! ¡Gran galop sobre las viejas ciudades y sobre los hombres sesudos, sobre todos los palios y sobre la procesión gárrula y grotesca! ¡Bodas de Camacho divertidas y entusiastas en medio de todos los pesismismos, todas las lobregueces y todas las seriedades! ¡Simulacro de conquista de la tierra, que nos la da!

(Prometeo, núm. 20, 1910.)

jueves, 16 de agosto de 2012

CUATRO POEMAS DE VELEMIR JLIÉBNIKOV


[Velimir Jlébnikov (1885-1922). Poeta ruso, etimólogo, lingüista y fundador del futurismo ruso junto con Vladímir Mayakovski. De origen tártaro, estudió matemáticas en la universidad de Kazán y se unió a los círculos vanguardistas de San Petersburgo antes de la Revolución. Desarrolló la noción de poesía transracional (zaumni) según la cual el poeta debía revelar el protolenguaje universal oculto en las palabras, las consonantes y los sonidos. Renovador del lenguaje poético, exploró los recursos creativos de la lengua rusa para crear un nuevo idioma universal, el zaum, cuyo objetivo utópico era contribuir a la unión de todos los poetas del mundo.

(Tomado prestado del blog Rumores Eternos)]




Velimir Jlébnikov visto por Vladimir Burliuk



Exorcismo con risa

¡Ah, sonreíd, reidores!

¡Ah, engreíd, risueños que reís con risotadas! ¡Qué hazmerreír ridículos!

¡Ah, reíd risiblementeB

¡Ah, sonrisueños rientes —- risoteos de irrisorios risibles!

¡Ah, risibilidades, ridícula rísica de irrisibles rientes!

Ristoleros, ristoleros,

risos irrisorios, risadas reidoras,

irrisorios, irrisorios.

¡Ah, sonreíd, risueños! 
  


Corrialeteando

Corrialeteando la aureografia

con sutiles vénulas,

el grillo, ahovilló en la danza de su panza

multitud de hierbas y juncos ribereños.

Pin-pin-pin, tronó el mensajero.

¡Oh cisnescencia!

¡Oh crepuscular temescanto! 
  


Números

Os contemplo, ¡oh números!,

y me parecéis disfrazados de bestias con vuestras pieles,

la zarpa apoyada sobre robles descuajados.

Regaláis: la unidad entre el serpentino movimiento,

el espinazo del universo y la danza de la palanca.

Permitís comprender los signos como dientes de una risa entrecortada.

Mis pupilas se han abierto en forma de objeto.

Saber, cuando su dividendo es la unidad, cuánto será el yo. 


  
Los piojos me rogaban

Los piojos me rogaban inútilmente

mientras trepaban cada mañana por mis vestidos,

y cada amanecer los ejecutaba

escuchando sus crujidos,

aunque siempre afluían de nuevo tranquilamente.

Rusia, yo te he donado

mi blanco cerebro divino:

soy yo, soy Jliébnikov.

Hundí las estacas, los ejes, en el alma del pueblo,

y levanté sobre pilotes una casa,

«Nosotros los futurianos».

Hice todo ello como un miserable,

un ladrón, dondequiera maldito por las gentes.